Desolación o un acto poelítico en torno al golpe de Estado

El sábado 9 de septiembre tuvo lugar la jornada Desolación, intervención de arte que reunió a casi cincuenta poetas de la Región Metropolitana y que fue realizada frente a La Moneda, en vísperas del cincuentenario del golpe de Estado en Chile.

La instancia, que también contó con presentaciones musicales, se enmarcó dentro de la campaña “mil días de creación, cincuenta años de resistencia”, que levantan diversos colectivos populares e individualidades en torno a una valoración crítica y propositiva de la Unidad Popular. Consistió en una introducción textual en donde se abordó el carácter del acto, y tras un interludio musical, se dio paso a la lectura por bloques y nuevos interludios, los que variaban en su interacción con el público transeúnte y los asistentes.

De acuerdo con Elías Romero (también conocido como Don Sátula), la instancia buscó revindicar a la poesía como ente, como ser orgánico, por ende vivo, que plantea y cuestiona hechos, que a veces parecen estar monopolizados por las ciencias blandas: historia, sociología, etc. Esto refiere a que de una u otra forma la poesía, y las y los escribientes de ésta, son cuestionadas bajo diversos epítetos que menosprecian su rol, como si la escritura fue tan sólo un acto efímero y transitorio. Por la tanto, en esta ocasión hubo un esfuerzo mayúsculo para atender un suceso vertebral para el Chile contemporáneo. Por esto y más Desolación fue un acto poelítico. Dicho de otro modo, se dio a conocer la manera en cómo percibimos la realidad, cómo la explicamos y la sentimos. Para Elías “ese concepto de los mil días parece una muestra de fe. Una esperanza, un hálito que refuerza la idea de que las cosas pueden cambiar y podemos vivir en forma justa. Quizás unidos”. Desolación se enmarcó en ese alero, asegura.

Al comienzo del acto también se abordó la actual coyuntura política de la que la conmemoración opera como caja de resonancia. Por un lado se hizo referencia al oportunismo de un gobierno de dizque izquierda que desde las primeras gestiones tomó esta fecha como un eje prioritario, falseando los logros de la Unidad Popular[1] y esforzándose en simular un encuentro nacional entre las partes en conflicto… sin estas. De hecho, no dudó en fraccionar y reprimir la habitual marcha y romería hacia el Cementerio General[2], uno de los tantos traspiés en lo que ha sido un nefasto derrotero, cuya marcha comenzó conforme la revuelta de Octubre declinaba. A propósito de esta última durante la jornada se anunció Poestallido, lo que será una serie de lecturas a modo de “reflexión poelítica” que tendrá lugar en el bar las Delicias de Chile (José Toribio Medina 25, Santiago Centro).