La deshumanización de las persona migrantes
Los límites del estado y la urgencia de reconocimiento
María Emilia Tijoux Merino
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No hay más fronteras que las pieles dispuestas al abrazo
Cada decisión política de los de arriba exacerba la concentración de la riqueza y profundiza la pobreza y la desigualdad, multiplicando las migraciones forzadas irregulares y transfronterizas. Millones de seres humanos barridos por la miseria, el hambre, la represión o la devastación de los territorios que habitaban, se lanzan al camino en búsqueda de una vida digna y otro futuro posible.
Así seguimos paso a paso bajo la tormenta de una crisis radical en el mundo, en un proceso profundo e incierto que se extiende por todo el planeta, quedando la humanidad al borde del abismo mientras el centro civilizatorio lo ocupa la dominación, la acumulación, la violencia y la muerte. Estamos enfrentados a nuestras propias limitaciones y contradicciones, expuestos a las más brutales expresiones de despojo del modelo neoliberal que encajona a miles de pueblos, exacerbando nacionalismos, racismos y patriarcados. Hegemonizando relatos y militarizando vidas, con estados de excepción, control callejero y control digital de nuestros cotidianos.
La diáspora rompe las fronteras impuestas pero no en señal de rebeldía, sino de desesperación, no es el sueño bolivariano, no es el no necesitamos fronteras, es no tengo a donde ir. Con muros de contención y zanjas hechas para enterrar cuerpos, los estados también limítrofes, quieren contener los efectos colaterales de la globalización. Diciéndonos que solo las mercancías pueden pasar a salvo las fronteras, la mano de obra, pero no los pobres, no las personas, no los niños y niñas, porque desde siempre quien no esté dispuesto a someterse, debe ser desechado.
Y ahora, cuando este mundo se cae a pedazos y tenemos que invertir todas nuestras energías en crear otra forma de sociedad, múltiple, diversa, natural… sus medios nos aíslan, nos desajustan, nos provocan para enfrentarnos, nos enferman y espejean lo peor de las situaciones límites, para decirnos que no hay otras salidas, y que las fronteras se cierran.
Como Quimantú, queremos agradecer el coraje de los corazones que se ponen en marcha en las páginas de este libro sin separadores, páginas plenas y hermanas que nos enseñan a buscar, y que traen la abundancia intacta de muchos territorios para ser compartidos y volverlos a la dimensión infinita del encuentro y la creatividad colectiva, esperamos ayudar a que tengamos nosotros también el coraje de acoger y de volver a ser pueblo que se vivifica en diversidad. Gracias por esto, gracias a quienes nos comparten estas letras.

Editorial Quimantú

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La deshumanización de las persona migrantes
Los límites del estado y la urgencia de reconocimiento
María Emilia Tijoux Merino

No hay más fronteras que las pieles dispuestas al abrazo
Cada decisión política de los de arriba exacerba la concentración de la riqueza y profundiza la pobreza y la desigualdad, multiplicando las migraciones forzadas irregulares y transfronterizas. Millones de seres humanos barridos por la miseria, el hambre, la represión o la devastación de los territorios que habitaban, se lanzan al camino en búsqueda de una vida digna y otro futuro posible.
Así seguimos paso a paso bajo la tormenta de una crisis radical en el mundo, en un proceso profundo e incierto que se extiende por todo el planeta, quedando la humanidad al borde del abismo mientras el centro civilizatorio lo ocupa la dominación, la acumulación, la violencia y la muerte. Estamos enfrentados a nuestras propias limitaciones y contradicciones, expuestos a las más brutales expresiones de despojo del modelo neoliberal que encajona a miles de pueblos, exacerbando nacionalismos, racismos y patriarcados. Hegemonizando relatos y militarizando vidas, con estados de excepción, control callejero y control digital de nuestros cotidianos.
La diáspora rompe las fronteras impuestas pero no en señal de rebeldía, sino de desesperación, no es el sueño bolivariano, no es el no necesitamos fronteras, es no tengo a donde ir. Con muros de contención y zanjas hechas para enterrar cuerpos, los estados también limítrofes, quieren contener los efectos colaterales de la globalización. Diciéndonos que solo las mercancías pueden pasar a salvo las fronteras, la mano de obra, pero no los pobres, no las personas, no los niños y niñas, porque desde siempre quien no esté dispuesto a someterse, debe ser desechado.
Y ahora, cuando este mundo se cae a pedazos y tenemos que invertir todas nuestras energías en crear otra forma de sociedad, múltiple, diversa, natural… sus medios nos aíslan, nos desajustan, nos provocan para enfrentarnos, nos enferman y espejean lo peor de las situaciones límites, para decirnos que no hay otras salidas, y que las fronteras se cierran.
Como Quimantú, queremos agradecer el coraje de los corazones que se ponen en marcha en las páginas de este libro sin separadores, páginas plenas y hermanas que nos enseñan a buscar, y que traen la abundancia intacta de muchos territorios para ser compartidos y volverlos a la dimensión infinita del encuentro y la creatividad colectiva, esperamos ayudar a que tengamos nosotros también el coraje de acoger y de volver a ser pueblo que se vivifica en diversidad. Gracias por esto, gracias a quienes nos comparten estas letras.

Editorial Quimantú

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LANZAMIENTO Conversatorio/Lanzamiento en la Librería CerroLetras de la Municipalidad de Cerro Navia.

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María Emilia Tijoux Merino

Profesora e investigadora de la Universidad de Chile, Facultad de Ciencias Sociales. Socióloga, Universidad de Chile, (Homologación 2010 de: Licenciada en Ciencias Sociales, Universidad París XII, Créteil-Val de Marne, Francia).  Doctorada en Sociología, Universidad Paris 8. Su trayectoria está ligada al Chile de los últimos cincuenta años. Autora de innumerables artículos que se vinculan a la vida de los abajo, la gente de la calle, las cárceles, las personas migrantes, los indocumentados, la xenofobia, los cuerpos y las emociones. Editora de “Racismo en Chile: la piel como marca de la inmigración”. Es directora de la Revista Actuel Marx Intervenciones.

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