Para los efectos de este volumen, recorreremos una temporalidad más breve. Primero atenderemos la etapa de la resistencia armada activa. Es decir, desde la nueva propuesta insurreccional del MIR (por lo demás elaborada en el exterior) hasta la muerte del “Coño” Villavela, episodio que consideramos como la verificación de la segunda derrota militar del MIR.
Una segunda etapa comprende cómo el MIR discutió internamente; cuáles fueron las diferencias políticas y cómo buscó superar los fortísimos golpes represivos que (una vez más) diezmaron sus recompuestas fuerzas. Además intentaremos dar cuenta el cómo, a pesar de las discrepancias políticas intestinas, los miristas trataron de hacer política revolucionaria desde y en el mundo de lo social.
Concluiremos el recorrido histórico con la triste pero muy previsible, comprensible y probablemente ineludible, división orgánica del Movimiento de Izquierda Revolucionaria. En términos cronológicos, este tramo histórico media entre 1980 y 1986, los desesperados esfuerzos por superar el cúmulo de golpes represivos y la coyuntura de partición del MIR; coincidente con el año del frustrado “tiranicidio” en septiembre de 1986.
Asimismo nos preocuparemos del mirista ochentero, de aquellos militantes que se forjaron a pulso y que distan mucho del perfil seductor e irreverente, pero que construyó rebeldía liberadora en condiciones indiscutiblemente desfavorable. Son centenas de hombres y mujeres que desafiaron a la dictadura en todos los escenarios sociales posible. Lo hicieron dándose novedosas organizaciones para enfrentar la realidad de hambre y cesantía; también salieron protestaron en las calles y desafiaron la quintaescencia del modelo económico (la propiedad privada) tomándose terrenos para darse una vivienda digna; otros se asociaron en las aulas, en facultades y liceos para poner en cuestión el tipo de educación que edificaba la dictadura; para ir en solidaridad de damnificados por inclemencias naturales; para levantar una barricada en la población y enfrentarse con piedras a un fusiles lacerantes. Fueron aquellos miristas que, sin comprender mucho, debieron sufrir la ruptura (primero) y la dispersión (después) del Movimiento de Izquierda Revolucionaria. Todo lo anterior en un sintético marco evolutivo de la situación política y económica.
No puedo terminar este, probablemente, el último trabajo que haga sobre el MIR, sin agradecer a varios compañeros y compañeras que me prestaron una valiosa ayuda como el joven estudiante Felipe Díaz que aportó con archivos periodísticos invaluables, al compañero Alejandro Núñez (“Flayman”) que me facilitó entrevistas y documentos que estaban destinados a su tesis; lo mismo quiero hacer con Paulina Soto, “Nano” Pradenas, Dante Donoso, Lucía Ganter Vera, Mónica Velasco, “Pipe” Peña, Pedro Pablo González, Andrés Vera, Carlos Sánchez, Gustavo Duchen.
Carlos Sandoval Ambiado
Para los efectos de este volumen, recorreremos una temporalidad más breve. Primero atenderemos la etapa de la resistencia armada activa. Es decir, desde la nueva propuesta insurreccional del MIR (por lo demás elaborada en el exterior) hasta la muerte del “Coño” Villavela, episodio que consideramos como la verificación de la segunda derrota militar del MIR.
Una segunda etapa comprende cómo el MIR discutió internamente; cuáles fueron las diferencias políticas y cómo buscó superar los fortísimos golpes represivos que (una vez más) diezmaron sus recompuestas fuerzas. Además intentaremos dar cuenta el cómo, a pesar de las discrepancias políticas intestinas, los miristas trataron de hacer política revolucionaria desde y en el mundo de lo social.
Concluiremos el recorrido histórico con la triste pero muy previsible, comprensible y probablemente ineludible, división orgánica del Movimiento de Izquierda Revolucionaria. En términos cronológicos, este tramo histórico media entre 1980 y 1986, los desesperados esfuerzos por superar el cúmulo de golpes represivos y la coyuntura de partición del MIR; coincidente con el año del frustrado “tiranicidio” en septiembre de 1986.
Asimismo nos preocuparemos del mirista ochentero, de aquellos militantes que se forjaron a pulso y que distan mucho del perfil seductor e irreverente, pero que construyó rebeldía liberadora en condiciones indiscutiblemente desfavorable. Son centenas de hombres y mujeres que desafiaron a la dictadura en todos los escenarios sociales posible. Lo hicieron dándose novedosas organizaciones para enfrentar la realidad de hambre y cesantía; también salieron protestaron en las calles y desafiaron la quintaescencia del modelo económico (la propiedad privada) tomándose terrenos para darse una vivienda digna; otros se asociaron en las aulas, en facultades y liceos para poner en cuestión el tipo de educación que edificaba la dictadura; para ir en solidaridad de damnificados por inclemencias naturales; para levantar una barricada en la población y enfrentarse con piedras a un fusiles lacerantes. Fueron aquellos miristas que, sin comprender mucho, debieron sufrir la ruptura (primero) y la dispersión (después) del Movimiento de Izquierda Revolucionaria. Todo lo anterior en un sintético marco evolutivo de la situación política y económica.
No puedo terminar este, probablemente, el último trabajo que haga sobre el MIR, sin agradecer a varios compañeros y compañeras que me prestaron una valiosa ayuda como el joven estudiante Felipe Díaz que aportó con archivos periodísticos invaluables, al compañero Alejandro Núñez (“Flayman”) que me facilitó entrevistas y documentos que estaban destinados a su tesis; lo mismo quiero hacer con Paulina Soto, “Nano” Pradenas, Dante Donoso, Lucía Ganter Vera, Mónica Velasco, “Pipe” Peña, Pedro Pablo González, Andrés Vera, Carlos Sánchez, Gustavo Duchen.
Carlos Sandoval Ambiado
Carlos Sandoval Ambiado
Profesor de Historia y Geografía e historiador especializado en Historia Popular y del Movimiento Obrero. Nacido en Penco, Concepción, hijo de dirigente obrero. Desde joven estuvo ligado a las luchas populares de la zona. Realizó simultáneamente estudios superiores en la Universidad Técnica del Estado y la Universidad de Concepción. Fue detenido a fines del año 75, debiendo salir con destino a Alemania Federal, donde fue becado para continuar sus estudios en la Universidad Karl Ruprecht, Heidelberg. Regresó al país para sumarse a la lucha por la democracia a inicios de la década del ’80.
Culminó sus estudios en la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación. Cuenta con el grado académico de Magister en Educación (Universidad Diego Portales) y Doctor en Procesos Sociales y Políticos con mención en Historia (Universidad ARCIS)
Se ha desempeñado como profesor en la Universidad Los Lagos (Campus Santiago) y Universidad del Mar. Actualmente imparte clases en la Universidad de Viña del Mar.
Es autor de las obras “Carbón: cien años de historia”; “De Subterra a Subsole: el fin de un ciclo”; “MIR: una historia”; “Movimiento de Izquierda Revolucionaria. 1970-1973. Coyunturas, Documentos y Vivencias”; Movimiento de Izquierda Revolucionaria. 1973-1980. Coyunturas y Vivencias”. Además ha escrito varios artículos entre los que destacan “Educación Popular en Movimiento en América Latina: ¿Paradigma Replicable?, Revista América Latina, Universidad ARCIS. “Revolución Pingüina: Testimonios y Reflexiones desde el Futuro”. Revista Movimientos Sociales, Escuela de Historia Social, Universidad Bolivariana.