Trazas de utopía. La experiencia de autogestión de cuatro liceos chilenos durante 2011
Colectivo Diatriba - Opech/Centro de Alerta
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Autogestión Educativa en Chile. Sueños manuscritos que irrumpen sin permiso

El libro “Trazas de Utopía. La experiencia de autogestión de cuatro liceos chilenos durante 2011” aborda la construcción de experiencias, aún embrionarias, que el largo movimiento social por la educación ha ido constituyendo durante el 2011. Más allá de las movilizaciones, este año nos dejará como aprendizaje la capacidad de una sociedad que se pone en pie y empieza a caminar por sí misma. Esto era particularmente urgente en el contexto chileno, donde el aparato político se ha vuelto una institucionalidad que no representa los intereses de la mayoría. Las encuestas aparecidas en los momentos álgidos de las movilizaciones mostraron la profunda desafección que existe entre el pueblo y sus “representantes”. Concertación, Derecha y el propio Partido Comunista han ido fraguando alianzas a espaldas de los deseos de cambio que se evidencian en toda la sociedad. Un sistema electoral elitizado y un sentido común neoliberal que atraviesa a toda la clase política chilena, han obligado a los sujetos que no participan de la transaca política a organizarse por sí solos y comenzar el largo camino de construir su proyecto no sólo obviando al aparato político, sino también oponiéndose a él. De este modo las reflexiones se han convertido en acción, la acción se ha convertido en propuestas y las propuestas han devenido en política, subvirtiendo el orden ideológico establecido. Sin embargo, el proceso es largo y nada asegura que tenga un final feliz. La historia del mundo popular está hecha de luchas que muchas veces terminan en derrotas, pero el tesón de la utopía ilumina el presente con una fuerza que no se agota. Cuando los agoreros de fin de siglo se apresuraban a dar por muerta la igualdad y el compañerismo, la construcción de una sociedad sin clases y todos los viejos sueños que fueron construyendo generaciones y generaciones de luchadores sociales, parecía que la derrota había calado hondo no sólo en la capacidad de organizarse en el presente, sino lo que es más grave en la capacidad de desear un mundo distinto. Pero llegó el nuevo siglo y las viejas luchas nutrieron el presente avivando las cenizas del espíritu transformador en jóvenes que no cargaban con los vicios ni miedos de las generaciones que se integraron al establishment. Así llegó el Mochilazo, la Revolución de los Pingüinos y el largo invierno con olor a primavera del 2011. Aunque la superficie parecía tranquila las aguas de la historia se movían al ritmo de las luchas invisibles al sistema. Pero, estas movilizaciones no tuvieron el carácter monolítico de un grupo social cohesionado, sino que expresaron las contradicciones de la propia sociedad, generando divisiones entre los intereses de una clase media marcada en su lucha con las deudas y su afán de integración social versus los intereses de los “sopaipas”, aquella multitud de individuos que están más allá de lo correcto, de los ideales de belleza y de los afanes de aceptación social. Es en estos extramuros de la sociedad donde el movimiento alcanzó mayor radicalidad, la que aún se proyecta con nuevos bríos y nuevas formas de lucha, siendo la autogestión el mejor ejemplo de esta realidad.
Es por ello que este libro presenta la experiencia de cuatro liceos donde las comunidades educativas se atrevieron a experimentar la autogestión como modo de construir la educación que necesitaban. Lo hicieron contra los alcaldes, los intendentes, el ministro de Educación y todo el aparato político que entendía naturalmente el peligro que entrañaba la autonomía social para su subsistencia. En el camino fueron generando un nuevo sentido educativo, una educación desde y para sus necesidades reales. Las experiencias aún están en proceso y como todo lo que nace se enfrentan a infinitos enemigos y depredadores dispuestos a destruirlas. Debido a esto Quimantú, el Colectivo Diatriba y OPECH/Centro de Alerta nos unimos para rescatar la voz de los protagonistas, sus sueños, deseos y esperanzas, sus temores e incertidumbres, en fin, la multiplicidad que constituye hacer la historia, haciéndola. Como todo libro realizado en medio de la contingencia, se enfrenta a muchas zonas oscuras, a múltiples desconocimientos. Hemos rescatado cuatro experiencias, quizá existan otras que no conocemos, pero hemos decidido correr el riesgo y hacer el libro a pesar de ello, mientras las marchas aún no terminan y las tomas luchan por sobrevivir contra la represión estatal. Hemos dejado hablar a los protagonistas intentando que esto se convierta en diálogo con la sociedad que los incoa y acoge, porque sus luchas son las de todos y todas.
El libro está dividido en cuatro partes principales dirigidas por las entrevistas realizadas en los meses de septiembre a noviembre en el Liceo Eduardo de la Barra de Valparaíso, el Liceo A-90 de Santiago, el Colegio Brasil de Concepción y el Liceo Barros Borgoño de Santiago. Al inicio del libro aparece la cédula de entrevista aplicada, al final se reproduce un documento construido colectivamente que explicita el interés y la mirada de los/las editores respecto al concepto de autogestión en su efectividad histórica, social, política y educativa. Esperamos con esto aportar un pequeño ladrillo a la reconstrucción de la memoria que el capitalismo en su vertiente neoliberal nos conculcó. Si las experiencias de los cuatro liceos cuajan en discusiones y construcciones colectivas, editar este libro, habrá tenido sentido.

Editorial Quimantú · Colectivo Diatriba · OPECH/Centro de Alerta

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Trazas de utopía. La experiencia de autogestión de cuatro liceos chilenos durante 2011
Colectivo Diatriba - Opech/Centro de Alerta

Autogestión Educativa en Chile. Sueños manuscritos que irrumpen sin permiso

El libro “Trazas de Utopía. La experiencia de autogestión de cuatro liceos chilenos durante 2011” aborda la construcción de experiencias, aún embrionarias, que el largo movimiento social por la educación ha ido constituyendo durante el 2011. Más allá de las movilizaciones, este año nos dejará como aprendizaje la capacidad de una sociedad que se pone en pie y empieza a caminar por sí misma. Esto era particularmente urgente en el contexto chileno, donde el aparato político se ha vuelto una institucionalidad que no representa los intereses de la mayoría. Las encuestas aparecidas en los momentos álgidos de las movilizaciones mostraron la profunda desafección que existe entre el pueblo y sus “representantes”. Concertación, Derecha y el propio Partido Comunista han ido fraguando alianzas a espaldas de los deseos de cambio que se evidencian en toda la sociedad. Un sistema electoral elitizado y un sentido común neoliberal que atraviesa a toda la clase política chilena, han obligado a los sujetos que no participan de la transaca política a organizarse por sí solos y comenzar el largo camino de construir su proyecto no sólo obviando al aparato político, sino también oponiéndose a él. De este modo las reflexiones se han convertido en acción, la acción se ha convertido en propuestas y las propuestas han devenido en política, subvirtiendo el orden ideológico establecido. Sin embargo, el proceso es largo y nada asegura que tenga un final feliz. La historia del mundo popular está hecha de luchas que muchas veces terminan en derrotas, pero el tesón de la utopía ilumina el presente con una fuerza que no se agota. Cuando los agoreros de fin de siglo se apresuraban a dar por muerta la igualdad y el compañerismo, la construcción de una sociedad sin clases y todos los viejos sueños que fueron construyendo generaciones y generaciones de luchadores sociales, parecía que la derrota había calado hondo no sólo en la capacidad de organizarse en el presente, sino lo que es más grave en la capacidad de desear un mundo distinto. Pero llegó el nuevo siglo y las viejas luchas nutrieron el presente avivando las cenizas del espíritu transformador en jóvenes que no cargaban con los vicios ni miedos de las generaciones que se integraron al establishment. Así llegó el Mochilazo, la Revolución de los Pingüinos y el largo invierno con olor a primavera del 2011. Aunque la superficie parecía tranquila las aguas de la historia se movían al ritmo de las luchas invisibles al sistema. Pero, estas movilizaciones no tuvieron el carácter monolítico de un grupo social cohesionado, sino que expresaron las contradicciones de la propia sociedad, generando divisiones entre los intereses de una clase media marcada en su lucha con las deudas y su afán de integración social versus los intereses de los “sopaipas”, aquella multitud de individuos que están más allá de lo correcto, de los ideales de belleza y de los afanes de aceptación social. Es en estos extramuros de la sociedad donde el movimiento alcanzó mayor radicalidad, la que aún se proyecta con nuevos bríos y nuevas formas de lucha, siendo la autogestión el mejor ejemplo de esta realidad.
Es por ello que este libro presenta la experiencia de cuatro liceos donde las comunidades educativas se atrevieron a experimentar la autogestión como modo de construir la educación que necesitaban. Lo hicieron contra los alcaldes, los intendentes, el ministro de Educación y todo el aparato político que entendía naturalmente el peligro que entrañaba la autonomía social para su subsistencia. En el camino fueron generando un nuevo sentido educativo, una educación desde y para sus necesidades reales. Las experiencias aún están en proceso y como todo lo que nace se enfrentan a infinitos enemigos y depredadores dispuestos a destruirlas. Debido a esto Quimantú, el Colectivo Diatriba y OPECH/Centro de Alerta nos unimos para rescatar la voz de los protagonistas, sus sueños, deseos y esperanzas, sus temores e incertidumbres, en fin, la multiplicidad que constituye hacer la historia, haciéndola. Como todo libro realizado en medio de la contingencia, se enfrenta a muchas zonas oscuras, a múltiples desconocimientos. Hemos rescatado cuatro experiencias, quizá existan otras que no conocemos, pero hemos decidido correr el riesgo y hacer el libro a pesar de ello, mientras las marchas aún no terminan y las tomas luchan por sobrevivir contra la represión estatal. Hemos dejado hablar a los protagonistas intentando que esto se convierta en diálogo con la sociedad que los incoa y acoge, porque sus luchas son las de todos y todas.
El libro está dividido en cuatro partes principales dirigidas por las entrevistas realizadas en los meses de septiembre a noviembre en el Liceo Eduardo de la Barra de Valparaíso, el Liceo A-90 de Santiago, el Colegio Brasil de Concepción y el Liceo Barros Borgoño de Santiago. Al inicio del libro aparece la cédula de entrevista aplicada, al final se reproduce un documento construido colectivamente que explicita el interés y la mirada de los/las editores respecto al concepto de autogestión en su efectividad histórica, social, política y educativa. Esperamos con esto aportar un pequeño ladrillo a la reconstrucción de la memoria que el capitalismo en su vertiente neoliberal nos conculcó. Si las experiencias de los cuatro liceos cuajan en discusiones y construcciones colectivas, editar este libro, habrá tenido sentido.

Editorial Quimantú · Colectivo Diatriba · OPECH/Centro de Alerta

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Y tú, ¿Qué dices?

Camilo Muñoz Márquez (20 Abr 2020) —Hola buenos días . Luego de muchos años vuelvo a saber de este librito , en lo personal me marco mucho el registro que realizaron de nuestra experiencia . En ese entonces tenía 16 años , se que las condiciones país no están para entregas o delivery del libro físico , ya que me gustaría atesorarlo y mostrárselo a mi familia . Espero su respuesta muchas gracias .