Una bocanada por la libertad

El 22 y 23 de diciembre del año recién pasado tuvo lugar el “Yo me libro con lxs presxs políticxs”, décima octava versión de la feria popular y autogestiva convocada por diversas editoriales, colectivos e individualidades en resistencia. Todo en el Conjunto Empart[1], el que, a través de su asamblea territorial, hizo frente a la actual pandemia y brindó una nueva jornada, enfocada en la prisión política, con un conversatorio y con una colecta de insumos de acopio solidario para las presas y presos. Como ya es habitual, las artes se hicieron parte de esta auténtica toma cultural, con la música indie de Déjenme dormir, el estilo afroperuano de Adaymú, el canto latinoamericano de Ismael Llona y el rap de Gata engrifá. Asimismo, contamos con el muralismo con La matraca, la presentación de danza butoh: “fragmento de Jorge Peña Hen, las últimas horas del maestro” a cargo de María Belén Espinoza y la obra teatral “Macarena semilla” de Santiago a la gorra. En el sector en donde alguna vez vivió el poeta Rodrigo Lira[2], no pudo faltar un recital de poesía donde participó Suivan Lay-kim Subaique Godoy, Tom García, Tecote, Fernanda Marínez, Marcelo Arce, Antonio Cienfuegos y Cristian Aedo. Por supuesto, hubo también lugar para el lanzamiento de libros, los junto al conversatorio abordaremos más adelante.

 

En la ocasión se entrecruzaron comunidad, territorio, autonomía, autogestión, pensamiento crítico, abriéndose además nuevos canales de encuentro entre las colectividades e individuales partícipes, es parte de lo que en un principio se refirió Mario —parte del equipo editorial Quimantú y miembro de la asamblea territorial Empart—, quien además afirmó: “ [Que] desde aquí, el interior de estos patios hermosos y vecinales, se desprenda toda la confianza para compartir todos estos  pequeños y grandes esfuerzos que se están haciendo por todo Chile y Latinoamérica, que se multipliquen en miradas múltiples, en empeños diarios, para crear nuestras propias perspectivas, nuestra propia agenda multidimensional y social. Que no sea prestada ni que venga de arriba”.

El primer lanzamiento fue “Fútbol anticapitalista en América Latina” de Editorial Mestiza, en donde participaron Natalia Dávila Méndez (Asociación de Hinchas Azules) Diego Moncada (Club Deportivo Luchín de Barrancas de Pudahuel), Áxel Caro Bustos y Mauro Navarrete Jeréz (Podscat La Revuelta del Fútbol) y Patricio Córdova Flores (Editorial Mestiza y Ediciones Al Quinto Bote).

Editorial Mestiza lleva varios años trabajando desde lo que comprende como “territorio fútbol” (uno entre tantos otros en donde se enredan las luchas populares), un trenzar de saberes desde abajo, que enmarca distintas prácticas futboleras (profesionales, comunitarias y barriales) en constante y fraterno diálogo (no exento de tensiones).

Ante ello, el libro busca dar a conocer experiencias futboleras anticapitalistas de diversos rincones del continente, además de reconocer las propias y locales, disputando así la cancha de la literatura futbolera hegemónica (que con tanto éxito adosa con nostalgia y epopeya al fútbol comercial) entretejiendo y empujando así el saber popular.

Este primer libro cuenta con las jugadas colectivas e individualidades provenientes de La Pelota Rebelde de Colombia, desde su experiencia de fútbol popular en la ciudad de Bogotá; la Asociación de Hinchas Azules en su lucha por la recuperación de su Club el cual está en manos de Azul Azul S.A., el CD Luchín de Barrancas de Pudahuel con su experiencia popular de fútbol comunitario y la investigación sobre la revuelta chilena y el papel de las hinchadas en esta, de Axel y Mauro.

La próxima entrega será “Literatura Futbolera Anticapitalista en América Latina”, que entreteje textos provenientes de Chile, Bolivia y Uruguay, que mantiene la esperanza de entregar todos los pases que sean necesarios a los proyectos antisistémicos que se interesen en este territorio y deseen dar vuelta el marcador, posicionando un fútbol que deje de replicar las lógicas capitalistas y proponga formas de construir un deporte popular y rebelde.

Presentación de “Fútbol anticapitalista en América Latina”.

 

Al día siguiente tuvo lugar el lanzamiento de “18 de octubre: Primer Borrador. Reflexiones desde abajo para pensar nuestro mañana” de Editorial Quimantú, un compilado de diversas reflexiones populares, colectivas e individuales, desde (y para) la acción, que toman distancia de la academia y se abocan a las experiencias orgánicas de distintos territorios de Chile (que no es Santiago) y espacios movilizados de la capital, pues nuestra movilización está lejos de ocurrir o centrarse en la Plaza de la Dignidad.

La presentación contó con la participación de Viviana y César, de la Asamblea Empart, que por entre otros aspectos, dieron cuenta del cómo ha variado su comunidad tras el comienzo de la revuelta, una pandemia en curso y un mal gobierno todavía en pie. Un proceso de politización que surgió desde el cansancio y la rabia, sentires que no tardaron en traducirse en el caceroleo y la barricada, de donde poco a poco, fue retomándose la confianza y, como suele rezar un lienzo que se cuelga de vez en cuando en la zona, volvieron a llamarse pueblo. Frente a la actual contingencia la política se gesta “hacia adentro”, desde la cotidianeidad, con redes solidarias de abastecimiento en vínculo con otras asambleas, con las cuales también coordinan cuando para las manifestaciones cuando la coyuntura lo amerita. En definitiva, el nuevo país que desea construirse es pensado mientras se hace. Recalcan también la necesidad de realizar análisis propios, desde nuestras experiencias de movilización, sin esperar análisis envasados y estériles de académicos, periodistas o líderes de partidos políticos.

Segundo Sanhueza del Centro Cultural Rayen (Maipú), ante este “invierno de una oscuridad bastante abismante, con contagios, represión, presas y presos, con reflexiones en solitario”, contó como desde su espacio se juntaron a colectivamente para aportar al libro.

Maipú es un territorio históricamente conservador, algo que la revuelta se propuso revertir, indica. Aquel histórico 18 de octubre de 2019, cuando la rebeldía internalizada por fin fue liberada, parte del centro cultural se encontraba en el centro de la comuna, en donde observó cómo la juventud le daba cara a la represión. “Esto no va a ser siempre así”, fue la frase, de tantas que se gritaron aquel día y los venideros, que recordó Segundo. Pues en aquella ocasión también estuvieron presentes otros maipucinos que ya no se encuentran físicamente. Se trata de Humberto Valenzuela[3], genuino representante del movimiento obrero campesino o Eduardo Miño[4], inmolado, quien dejó en evidencia el mayor genocidio industrial en el país, por mencionar a solo dos personas de tantas, que hicieron de Maipú un territorio también combativo.

Al día siguiente tuvo lugar el conversatorio sobre prisión política. Contamos con la participación de Vechy (abogada de Defensa Popular[5]), Javiera de la Coordinadora 18 de Octubre por la liberación de lxs prisionerxs politicxs[6], Lily de la Organización de Familiares y Amigos de Prisioneros Políticos (OFAPP)[7], y nuevamente César, pues la solidaridad con la prisión política tras la revuelta es un eje fundamental para la asamblea territorial Empart.

Defensa Popular es un equipo jurídico que apoya a personas criminalizadas y privadas de libertad desde el 2008, labor que aumentado considerablemente desde la revuelta hasta a la actualidad. Vechy se refirió a ello, citando los casos de Danilo Valderrama[8], Mauricio Cheuque[9] y los cuatro de San Antonio, cuyos juicios tendrán lugar este mes.

Si bien en términos jurídicos no existe una definición de prisión política, podemos entenderlo como un castigo punitivo excesivo del Estado hacia determinadas conductas de resistencia. El caso de San Antonio lo ejemplifica: jóvenes acusados de romper ventanales de la Fiscalía y la Policía de investigaciones, lo que en condiciones normales es un delito de daño calificado y que puede arriesgar una pena de 4 años, pero al que actualmente se le busca aplicar la Ley de seguridad del Estado, cuya pena podría suponer 14 años de prisión. Cabe señalar que este y otros casos cuya garantía de credibilidad no es nada menos que la policía, con montajes obvios (que mientras se comprueban como tales, los afectados esperan en prisión) y con condiciones que levantan las fiscalías y que muchas veces son desestimadas con posterioridad

Por su parte Javiera relató que la Coordinadora nace en el convulso diciembre del 2019, trabajando directamente con las personas privadas de libertad con el recurso de la prisión preventiva, por entre otras funciones, y cuya labor no ha cesado en ningún momento, pese al confinamiento. La organización solidariza también con familias afectadas, esto considerando que las visitas a presas y presos estuvieron canceladas desde marzo hasta diciembre. La Coordinadora, junto a la OFAPP y 81 Razones por luchar[10] tuvo que desplegar una movilización de envergadura a la coordinadora 18 de octubre y para volver a permitir la visita.

Para Javiera es irrisorio el oportunismo de la socialdemocracia e izquierda sistémica puesta en el parlamento, que hoy enarbolan la bandera de personas privadas de libertad, algo que no resuelve ni la criminalización de la protesta —garantizada desde el Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución— ni el mutismo ante los miles de casos de prisión política tras la revuelta (y previo a ella) durante todos estos meses. Un cambio de actitud dado en aras del patrocinio a candidaturas para la convención constituyente, la que como era de esperar, estuvo atestada de políticos de viejo cuño, “independientes” o provenientes de los partidos políticos que condimentaron la olla de presión que se reventó en la revuelta.

Lily parte contándonos de la OFAPP, agrupación surgida ante la urgencia de contención y solidaridad, que se esfuerza por descentralizar la lucha y preocupándose además, por la niñez y juventud recluida en los centros del SENAME.

En el presente pareciese ser que el mayor peligro para un gobierno deslegitimado es una juventud que piensa, cuestiona y se moviliza, asegura Lily. Por ello es que se les busca aplicar el castigo corporal más perjudicial que puede recibir una persona en el marco de la legalidad (después de la tortura por parte de agentes del Estado): la cárcel.

Desde la Coordinadora y la OFAPP se exige la amnistía total y sin condiciones como una salida a la prisión política. Es importante reconocer que, a diferencia del indulto, la amnistía sí reconoce la prisión política. Asimismo, un indulto supondría toda una negociación política “desde arriba”, que además podría favorecer a quienes cumplen condena por crímenes de lesa humanidad, en penales nada modestos, por cierto.

La prisión política no es reciente. Cuando el gobierno niega tal condición, no solo lo hace a propósito de la revuelta, sino que también ante el amplio historial de lucha chilena y mapuche que ha terminado en la cárcel. Ante esto la solidaridad permanente es prioridad. A su vez, considerando que la madre del joven preso por protestar se encuentra tan angustiada como la madre de quien está recluido por robar un pan, quizá sea momento de acabar con el sesgo en torno a la diferenciación entre lo que es o no la prisión política, dicho de otro modo, de quienes merecen o no estar en la cárcel, considerando que hoy por hoy, no son más que centros de tortura para el pueblo pobre y movilizado.

 

Por Ignacio Andrés

América Leatina desde Abajo

San Bernardo, 11 de enero de 2021

Fotos: Mario Ramos

 

 

[1] El Complejo Habitacional Salvador y Ampliación Ñuñoa, más conocido como Conjunto Empart, fue inaugurado en 1948 como viviendas para los socios de la Caja de Previsión de Empleados Particulares (EMPART), de ahí su nombre. En 2010 fue declarado Monumento Nacional de Chile, en la categoría de Zona Típica, entrando así, según el Consejo de Monumentos de Chile en la categoría de “agrupaciones de bienes inmuebles urbanos o rurales, que constituyen una unidad de asentamiento representativo de la evolución de la comunidad humana, y que destacan por su unidad estilística, su materialidad o técnicas constructivas” (https://www.monumentos.gob.cl/monumentos/definicion/zonas-tipicas).

[2] Rodrigo Lira nació en 1949. En 1966 ingresó a la Universidad Católica para seguir estudios en diversas facultades de esta casa de estudios. Durante el gobierno de la Unidad Popular, escribió cuentos infantiles en la Editorial Nacional Quimantú. En 1971 se le diagnosticó esquizofrenia, enfermedad que lo acompañó el resto de su vida, hasta su suicidio en 1981. En 1975 Rodrigo Lira estudió en la Universidad de Chile. De esos años son la gran mayoría de los textos póstumamente publicados en Proyecto de “Obras Completas” (1984), coincidiendo también con los momentos de mayor intensidad de su labor poética, asociada a concursos y lecturas realizadas en los campus universitarios, y a actividades relacionadas con la Agrupación Cultural Universitaria. Fuente: https://web.archive.org/web/20130713094045/http://www.premioaltazor.cl/rodrigo-lira/ En el portal Memoria Chilena se puede encontrar diverso material descargable de él (http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-3693.html#presentacion), así como de la Agrupación Cultural Universitaria.

[3] Habitante de Maipú a fines de los años 30. Organizador de los campesinos de la comuna a través de la organización nacional de obreros agrícolas llamada Liga Nacional de Defensa de los Campesinos Pobres. Extraído de “El poder del campo. Los campesinos de Maipú durante el gobierno de Allende”: http://www.londres38.cl/1934/w3-article-97068.html

[4] Eduardo Miño fue un trabajador que en el 2001 se quemó a lo bonzo frente a La Moneda, como forma de protesta ante los centenares de muertes producto de la inhalación de asbesto. Para más información sobre el hecho, y por sobre ello, acerca de su agitada vida de militante, recomendamos revisar el siguiente artículo: https://www.elciudadano.com/justicia/eduardo-mino-la-historia-del-hombre-que-ardio-frente-a-la-moneda/06/16/#ixzz5M7pdaki7

[5] La web de Defensa Popular es https://www.defensapopular.cl/. Recomendamos seguir también su fan page de Facebook, en donde se actualiza la información sobre los casos de prisioneras y prisioneros políticos: https://www.facebook.com/DefensaPopular/

[6] Recomendamos revisar el blog de la coordinadora (https://coordinadora18deoctubre.wordpress.com/), y principalmente, su fan page de Facebook, para así estar al tanto de los casos de prisión política, las movilizaciones que se realizan en todo territorio nacional y formas de colaborar: https://www.facebook.com/Coordinadora18deoctubre

[7] Para estar al tanto de la labor de la OFAPP revisa su fan page de Facebook: https://www.facebook.com/Organizacion-de-Familiares-y-Amigxs-de-Prisionerxs-Politicxs-102880381361716

[8] Joven nacido en Talca, a quien la revuelta de 2019 lo encuentra a sus 33 años viviendo en Santiago, padre de un niño de cinco años. Tras las protestas en Plaza Dignidad lo detuvieron el 15 de noviembre. Hoy Danilo enfrenta una acusación muy dura. Están pidiendo 12 años de condena, más 800 días. En base a las acciones de protesta y un supuesto saqueo que no suma ni siquiera $5.000 pesos, así, la justicia de los ricos lo considera «un peligro para la sociedad. Fuente: https://www.vozdelostrabajadores.cl/las-caras-de-la-revolucion-danilo-valderrama

[9] Obrero mapuche detenido, torturado por carabineros y acusado de portar una bomba molotov durante la primera conmemoración del asesinato de Camilo Catrillanca, el 14 de noviembre de 2019. Fuente: https://www.vozdelostrabajadores.cl/las-caras-de-la-revolucion-mauricio-cheuque

[10] Desde su fundación —a fines del 2010— hasta el presente, 81 Razones se ha encargado de buscar mejoras para la situación de los internos en las distintas regiones del país, a través de asesorías jurídicas, pero por sobre todo, atención y afecto. Asimismo, suele convocar a una velatón conmemorativa los primeros días 8 de cada mes, al tiempo que colabora con otras instancias reivindicativas o solidarias con personas encarceladas. Fuente: https://radiozapatista.org/?p=24374

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